Director General de Investigación Lingüística
Secretaría de Políticas Lingüísticas del Paraguay
I. El Kachíke
Nos
permitimos asegurar que todos los paraguayos, sin distinción de clase
social, habremos oído hablar alguna vez sobre este personaje, uno de los
más famosos del repertorio popular oral de nuestro país, y de total
aprobación colectiva. Aunque para cierta gente, con mayor sensibilidad
moral, el héroe puede resultar chocante, dado que se presta a una
connotación caricaturesca de los pueblos indígenas, sentido que obviamos
en este comentario.
Los chistes del Kachíke son famosos a lo largo y ancho del Paraguay, y en cada época son distintos, en el incesante tráfico del mundo oral. Muchos de ellos son moldeados de acuerdo al tiempo y las circunstancias del momento. Algunos chistes atribuidos hoy al Kachíke eran del Gua’i en otra época (otro personaje muy popular hasta ahora en muchos lugares). Asimismo, tuvo más de un nombre en su historia. De los registrados, son el que ostenta ahora, Kachíke, también o más de un nombre en su historia. De los registrados, son el que ostenta ahora, Kachíke, también Ava y Mbyá, dependiendo del lugar y tiempo.
Lo que nos interesa compartir aquí es la historia de nuestro personaje –hasta donde se puede rastrear en la condición oral de los relatos–, y deducir, a partir de ciertos indicios, dónde pudo haberse originado, los posibles motivos y la función social del mismo. Pues, como se sabe, no existe mito o leyenda que no cumpla una función en la sociedad.
Estimamos que el Kachíke es muy antiguo, probablemente se originó ya en los inicios de la Colonia española en estas tierras. Hay que tener presente que cuando los españoleDr. Domingo Adolfo Aguilera Jiménez
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s entraron por primera vez en donde sería la Asunción actual, los guaraníes estaban en plena expansión, y uno de los territorios más duros de conquistar Dr. Domingo Adolfo Aguilera Jiménez
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para ellos era el Chaco. Pues los indígenas que poblaban el lugar eran por demás ariscos y físicamente superiores a los carios. También para los españoles, Dr. Domingo Adolfo Aguilera Jiménez
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como rezan las crónicas de la época, siempre fue difícil penetrar en el Chaco.
Esta animadversión hacia los pobladores de la Región Occidental siguió en Paraguay hasta épocas muy recientes, que se constata, por ejemplo, cuando Emiliano R. Fernández llama “guaicurú” a los bolivianos, ya en pleno siglo XX, durante la Guerra del Chaco, solo porque los bolivianos avanzaban desde el mismo lugar de donde aquellos indígenas asolaron alguna vez los pueblos de los colonos cario-españoles. Situando en este contexto el origen del Kachíke, podemos afirmar que el mismo pudo haber nacido para ridiculizar a los temibles indígenas del Chaco, porque según un registro gráfico que tenemos de él –el más antiguo y probablemente único del personaje–, el Kachíke tenía rasgos físicos parecidos a los chaqueños (el Kachíke original no parece ser guaraní). Hablamos del periódico Cabichuí, publicado durante la Guerra del 70, en donde, en uno de los números, aparece un chiste atribuido al Abá, como burla contra los aliados brasileños que participaban en la contienda. Y como escenario del chiste aparece, otra vez, el Chaco, otro indicio a favor de nuestra teoría.
A continuación reproducimos el grabado del famoso periódico, de la edición del 10 de julio de 1867, en Paso Pucú.
Queremos que la gente saque sus conclusiones libremente sobre estos temas, pero de nuestra parte insistimos sobre la necesidad de investigarlos, pues forman parte del Paraguay profundo, y en esa condición, constituyen el sentido mismo de nuestra existencia como pueblo.
En los próximos comentarios abordaremos la historia del Pombero, Jasyjatere, Perurima, Pychãi, etcétera, que si bien no son muy conocidos entre las nuevas generaciones, tienen mucho que enseñarnos. Y conocer es conocerse, como dicen los sabios.
En la Secretaría de Políticas Lingüísticas estamos trabajando para todo eso.
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